Cuando publicó Poemas, sonetos y baladas, Vinícius vivía en Los Ángeles. Había asumido su primer cargo diplomático internacional y viajaba con su familia, ya formada por su esposa Tati, y sus hijos Susana y Pedro. El poeta había conocido a Tati a través de un gran amigo suyo, el arquitecto y artista Carlos Leão. En el libro, el poema “Balada do Cavalão” está concebido –o inspirado– en las visitas que Vinícius realizó a la casa de Carlos en Morro do Cavalão, en Niterói.
Fue precisamente con Carlos que Vinícius escribió su libro, en 1946. Con 22 dibujos de su amigo y 47 de sus poemas, la editorial paulista Gaveta, del pintor Clóvis Graciano, lanzó una primera edición con un reducido número de 372 ejemplares -que lo transformó en hoy una rareza de coleccionista. El libro es un paso más hacia la popularización y calificación pública del poeta maduro e ingenioso en el que se había convertido Vinícius en los últimos años. Después de todo, un libro que comienza con “Soneto de fidelidad” y cierra con “Soneto de separación” ya mostró su impacto en el presente y el futuro de nuestra poesía.
Cabe mencionar que, en 1974, el crítico Afrânio Coutinho organizó la Poesía y prosa completa de Vinícius para la editorial Nova Aguilar y, con el acuerdo del autor, tituló el mismo libro como El encuentro diario.